Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Salmos 23:4 (RVR1960)
A veces con frío, a veces con un poco de sol, a veces con mucha interrupción de los sonidos de nuestro alrededor, distracciones e incluso con sillas no tan cómodas, a veces con muchos espectadores que hasta sin silla quedábamos algunos de pie. En otras ocasiones compartiendo folletos evangelísticos a los que pasaban o llevaban a sus hijos o perritos al parque, y también a todo pulmón predicando a Jesús a través de un megáfono tratando de alcanzar el oído de quienes estaban en casa o en los alrededores del parque, incluso, a través de nuestras mascarillas, distanciamiento y alcohol antibacterial queríamos hacerles saber a todos que hay una esperanza en tiempo de crisis, que hay un Dios que está vivo y obrando en medio de tan escalofriante escenario mundial. Este es el pequeño escenario que te puedo describir, para que conozcas un poco de como ha sido el trabajo misionero y por supuesto eclesiástico de la Misión Bautista Gracia y Verdad, en Villa Victoria, Lima, Perú en un pequeño parque del mismo sector, en este contexto de pandemia. Y te preguntarás; ¿por qué se reúnen en un parque? Porque las iglesias están cerradas.
Si bien es claro, el mundo atraviesa un tiempo de “crisis integral”, y cuándo me refiero a integral, estoy queriendo comunicar que es una crisis en todo sentido, no nada más en la parte de salud, sino también esta crisis ha llegado abarcar la parte espiritual, emocional, mental, social, familiar y sentimental de cadaindividuo. Más, sin embargo, y a pesar de ello:
¿Qué está haciendo la iglesia de Dios frente a dicha crisis?, Por nuestra parte como misión y junto a nuestros líderes Deiser Campos y Josemir de Campos e hijos y demás miembros, hemos estado implementando una labor para Él Señor de comunión y formación espiritual entre los miembros de dicha iglesia, también, con valentía y disposición se ha estado realizando discipulado en algunos casos con precaución de manera personal y por llamada telefónica, también evangelismo de impacto o de persona a persona como un signo de compasión hacia aquellos que no conocen al Señor en este contexto de crisis.
Simplemente hemos decidido, que sí Dios no está en crisis, nosotros tampoco deberíamos de estarlo. Todo lo contrario, es nuestro deber propagar y reflejar a Nuestro Señor Jesucristo en esperanza, confianza, fe, valentía y fuerza que sólo Él puede dar y que es lo que el mundo necesita. No somos una iglesia que retrocede ante la crisis, no somos una misión que se calla o sigue siendo parte del problema espiritual en este contexto de pandemia. Hemos decidido creerle al Señor y confiar en Él, para transmitir esa fortaleza y fe que el mundo necesita, tenemos la confianza en que: “Grandes cosas han hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres. Salmos 126:3 RVR1960” Oh si, Dios ha hecho y hará grandes cosas con aquellos hijos e hijas que se atreven en este contexto de crisis. No somos como los incrédulos y aunque somos humanos y capaces de sentir el estruendo de la crisis en el mundo, por encima de eso, estamos llamados a ser Luz:
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Mateo 5:14 (RV1960)
La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Juan 1:5 (RV1960)
Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.
Hechos 13:47 (RV1960)
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 5:16 (RV1960)
Estamos dispuestos a morir a nosotros mismos con tal de dar cumplimiento con prudencia a la Voluntad de Nuestro Dios. Nuestro vivir en Cristo, no nos hace una iglesia perezosa, negligente o descuidada, sino que, por el contrario, nos despierta, nos exhorta y nos hace activos para vivir vidas justas y hacer el bien. Quiero poder finalizar comunicándoles, que estamos gozosos, por la manera en cómo Dios se sigue manifestando a través de los nuevos y antiguos creyentes dentro de la misión, es una bendición seguir creciendo en tiempo de crisis. Lo cierto de todo, es que, sino servimos hoy en las condiciones que tenemos, lamentablemente y quizá tampoco lo haremos cuando todo esto pase. El problema no es la condición actual, el problema es nuestra falta de disposición para servir con obediencia, precaución y mucha cautela en este tiempo. Sí Dios no está quieto ni callado ahora, nosotros tampoco deberíamos de estarlo.
Dios bendiga, ilumine y guíe sus vidas.
Les amamos en Él Señor.
For Reflection and Discussion
- ¿Qué pasos pueden tomar usted y su comunidad para ser una iglesia que no retrocede en una crisis?
- ¿Qué crees que significa ser la “luz” en medio de estos tiempos oscuros?