haced disc�pulos a todas las Naciones…
(Mateo 28:19)
Un aspecto fundamental de nuestro llamado como cristianos es difundir la buena nueva de Jesucristo. Este fue el foco de un email que recib� hace dos a�os y medio de un educador de Nueva Zelanda.
Hab�a le�do un editorial que yo hab�a escrito bajo el t�tulo “seguir a Dios sin miedo” y, en su respuesta alentadora, inst� a la importancia del testimonio personal como una caracter�stica de la vida cotidiana de cada cristiano.
El educador dijo que el hab�a estado ocupado ayudando a los cristianos a “crecer para convertirse en aut�nticos disc�pulos de Cristo para luego pasar a convertirse en constructor de disc�pulos, convirtiendo as� el tiempo perdido en un factor de multiplicaci�n para el crecimiento del evangelismo y la Iglesia!”
Ahora a los setenta, este cristiano Bautista ha pasado muchos a�os ayudando a formar alumnos, en diversas etapas de su desarrollo intelectual, como disc�pulos de Cristo.
Quiero subrayar lo que dec�a sobre la urgente necesidad que tiene la iglesia de intensificar sus esfuerzos para formar seguidores de Cristo para compartir su fe.
Esta es una parte de nuestra vocaci�n para evangelizar especialmente a aquellos que todav�a no han comprometido su vida a nuestro Se�or. Los cristianos con entusiasmo deben desear para los otros el mismo regalo de vida eterna que Dios tan amablemente nos ha dado.
Este es el regalo m�s grande que cualquier persona puede recibir y debemos ser alegres participantes en ayudar a otros a compartir este regalo.
La Iglesia tambi�n debe asignar prioridad a entrenar a los miembros de la iglesia para compartir su fe con aquellos que a�n no han comprometido su vida a Cristo. S�lo as� habr� m�s cristianos alegres de ser testigos de Cristo.
Animo a todos los seguidores de Cristo que consideren hacer del 2013 un a�o en el que su preocupaci�n cristiana, sea especialmente para sus familiares, amigos y otros, y que los lleve a hacer lo siguiente: orar regularmente para estas personas;� proporcionarles un ejemplo de la verdadera devoci�n a Cristo; y con alegr�a llevarlos en un encuentro de transformaci�n en sus vidas con quien es nuestro Dios y Salvador.
Hagamos buen uso de la oportunidad que Dios nos concede durante este a�o nuevo para ayudar a otros a encontrar al Cristo y experimentar el cambio que logra un incomparable enriquecimiento de la vida.
Neville Callam
Secretario General